miércoles, 27 de agosto de 2008

The Witch´s Hat Hostel (I)

En la absoluta oscuridad del taxi el chófer se camufla a la perfección. Sólo el blanco de sus ojos refulge en la negrura del habitáculo. Me pregunta por mi destino y, mientras se lo dicto, lo teclea en el navegador: buen detalle. Recuerdo lugares (Roma, por ejemplo) en los que es buena cosa negociar con el taxista el precio de la carrera si no quieres que te la metan doblada. Esto del GPS genera confianza en el cliente, le hace sentirse protegido. No tengo ni idea de si en España lo han establecido también como algo obligatorio; al fin y al cabo vivo en una ciudad de provincias y nací en otra. Jamás cojo un taxi.

Como está claro que va a ser un trayecto largo, trato de darle conversación al tipo. No es muy hablador. Además, mi oído y su acento no ayudan en absoluto. Al cabo de dos o tres intentos de establecer conversación, en un semáforo en rojo, se vuelve hacia mí y me sonríe con cierta ternura. Durante un instante pienso que estoy muerto (¡Joder, por eso lleva la licencia de taxi tan a la vista… porque es falsa!). Pero no. Sonríe porque le he dado pena, en plan paternal. Empezamos a hablar de la vida.

El tipo no es negro por casualidad: nació en Kenia y se vino aquí hace cinco años. Nunca ha estado en España. Se compró el Ford porque le salía un poco más barato que el Holden. Cuando le digo que su coche es muy grande y muy silencioso, sonríe con orgullo. Hizo una buena compra, sí. Opina que el Ford vale cada dólar que pago por él. Con los Holden uno nunca sabe.

Llegamos a mi destino (el Witch´s Hat Hostel) y le pago el viaje: 35 dólares australianos (unos 22 euros, lo cual no está mal, porque me habían dicho que la broma me saldría por unos 50 AU$). Le pago con un billete de 100 y me devuelve el cambio muy, muy, muy despacio, como para dejar claro que no me está engañando con una maniobra tipo Tamariz. Creo que ha asumido que soy bastante lerdo.

Llamo al timbre del albergue confiando en que alguien esté de guardia, porque en la calle no hay ni Cristo (no os lo había dicho, pero el vuelo ha llegado a Perth a las 23:50 y a estas alturas ya son casi las 2:00 am). Estoy agotado, salí de Burgos hace 34 horas, según mis cálculos y teniendo en cuenta el cambio horario (+6 en Perth). Por suerte, una australiana estándar abre la puerta. Le digo que tengo una reserva y entonces, sólo entonces, no cuando traté con los de la poli y el aeropuerto, comprendo todo lo que me habían advertido acerca del acento de esta gente. No entiendo ni papa, y ella habla a toda hostia, emitiendo extraños gruñidos y gorgoteos. Resulta terrible. Le digo a la tipa que estoy muy cansado y tal, pero ella insiste en mostrarme las dependencias y cual. Supongo que también me habla de normativas. No entiendo casi nada, me limitito a decir mansamente “Oquei”, “nais” y a asentir con la mirada. Cuando al fin me libro de ella, me meto a mi cama (en la habitación hay otras siete, pero sólo dos de ellas albergan bultos: me imagino que es temporada baja por aquí) y duermo. No pongo la alarma del móvil: el primer día me lo pienso tomar con calma.

Por la mañana me despierta un sonido que no soy capaz de identificar. Tras algunos instantes de desconcierto me percato de que trata de un pajarito de los de por aquí, que obviamente cantan muy distinto a los de la submeseta norte española (ya os hablaré de la fauna y flora del lugar, baste decir por el momento que hay muchos loros y eucaliptos. Lo de estos últimos es a leche: al parecer un iluminado los trajo desde Galicia hace unos años y aquí se han dado divinamente). Tras ducharme , pago mi estancia en recepción (voy a alojarme aquí como diez días, hasta que quede libre la habitación de unos tipos de la universidad) y me marcho al laboratorio. La universidad está como a tomar por el culo de todo, pero bueno, ya os contaré sobre el campus y el laboratorio (que tiene tela). Por la tarde-noche vuelvo al Witch´s Hat.

Nada más entrar en la habitación me encuentro con los bultos que noche dormitaban en las camas. Se trata de dos alemanes, una hembra un tanto macarra (Karem) y un macho de pelo castaño y ojos oscuros (Denis). Son amigables y tratan de establecer contacto conmigo. Me dicen que “como todo el mundo” están aquí en calidad de working holidays. Esta modalidad de estancia en Australia consiste en un visado que te permite trabajar de modo limitado por aquí, con contratos temporales, para financiarte hasta un año de vacaciones. El trabajo no falta jamás y pagan bien, según dicen. Asumo que los dos alemanes son pareja o algo así. Ceno y me voy a la cama.

A las 3.41 am algo me despierta. Efectivamente, los alemanes copulan alegremente a menos de tres metros de mi cama. Él es silencioso, pero para ella la situación no requiere de ningún disimulo. No llego a comprender por qué, si ambos si ambos son alemanes, ella insiste en chillar en inglés (“oh yeah, oh my god”… sí, sí, todos los topicazos del género). Lo encuentro un tanto estúpido. Por suerte, el tipo no tiene demasiado aguante y al cabo de unos minutos puedo volver a dormir.

A la mañana siguiente el tipo no está y me encuentro con la tal Karem, que huele a tabaco como a cuatro metros de distancia. La tía, por algún motivo, se pone a contarme su vida. Que si su familia en Alemania es muy grande y se sienten todos muy unidos, que si el último trabajo que tuvo en Australia fue una verdadera mierda, que si las australianas y las inglesas tienen en su opinión las tetas muy gordas, que si tal que si cual… al parecer, tiene tablas más que de sobra como para no sentirse mal por las molestias que me supuso su numerito de la noche anterior. Cuando pregunto que si Denis ha ido a trabajar ella me dice que sí, que ese chico tan raro y tan infantil se ha ido a una granja en mitad de ninguna parte. Hago pesquisas y resulta que la tipa no lo conocía de nada, y además, después de follárselo delante de mis narices, se pone a hablar mal de él conmigo. Por su actitud, creo que soy el próximo de su lista, pero no es mi tipo. Además, da el perfil de una auténtica portadora de plagas. Así que rechazo su invitación a tomar unos güisquitos a eso de las 8:20 am y me marcho a trabajar como un buen chico.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya... Veo que sigue un poco en la línea...
Esto me recuerda a lo que os paso en Compludo, jejejje.
Pero no desesperes joven, que aun te queda tiempo para remontar.

Saludos

Disidente dijo...

Me veo en la obligación moral de defender a tan vilipendiado género(es que me duele que se menosprecie a los eucaliptus, si es en Galicia lo acepto, a regañadientes pero lo acepto, pero en Australia, en su barrio...). La flora australiana actual se ha desarrollado en un aislamiento(casi) total en los últimos 30 millones de años (si desde que se dividio y separó definitivamente Gondwana), solamente en los últimos (pocos) millones de años se ha contaminado, principalmente en el norte. Curiosamente el genero Eucalyptus se encuentra presente en toda Australia y es un emblema de esta región del mundo así como pueden ser los canguros u otros marsupiales. No existe otra región en el mundo (comparable en tamaño)que se caracterice por la presencia masiva de un único género de árboles (por cierto, las acacias también se encuentran ampliamente distribuidas en la "isla"). Ya en el Mioceno la familia MYRTACEAE comienza a ser mayoritaria (al menos los registros de polen) y el polen del tipo eucalipto se encuentra aunque no es abundante. Si te interesa saber un poco más de la actual flora australiana te recomiendo el libro "The Flowering of Gondwana" de Mary E White (23 dólares americanos de segunda mano en amazon). Justicia para la familia MYRTACEAE (en general) y para el Eucalyptus en particular.

Anónimo dijo...

Bien!! El Refu dio la solución y ahora puedo escribir siendo otro disidente más sin blog.
Si no es por ti, hazlo por mi, pero sácale a esa alemana unas ladillas australianas...que no tengo (ni de esas ni de ninguna, pero por algo se empieza).

Un Pelorídido!!! Un Pelorídido!!!
Saludos.

Anónimo dijo...

Vaya Javi, menudo blog incenciario el tuyo, no puedo esperar a la siguiente entrega, y yo que pensé que cabeza abajo, con un cambio de aires en las antípodas, se te iba a curar esa homofobia galopante, ;).

Por cierto, y solo como nota al margen, quizá me estoy perdiendo una fina ironía de esas que te caracterizan, pero a los eucaliptos los trajeron a Galicia (una verdadera lástima, porque cierto es que huelen bien, pero acaban con el suelo que "pisan", al más puro estilo del caballo de Atila).

Pero yendo al tema, estoy mirando en la página web de la pensión "el sombrero de la bruja", y sale mucha peña , pero no apareceis ni tú ni la tal Karen. Venga hombre, no me seas rancio y díle a la doña que regenta eso que se enrrolle y os saque una foto para colgarla en la página de su establecimiento, que es muy bueno porque así le da publicidad al barracón ese y lo mismo se le llena de gente y tiene que ampliar instalaciones (pasando a ser "the mariachi´s hat").

Tienes que ser más agradecido con Karen, ya sé que no es agradable que te despierte de aquella manera en medio de la noche oscura (inciso: definitivamente mejor el Ford que el Holden, no?), pero al fin y al cabo te ha ofrecido un buen tema de conversación para conocer (y quien sabe qué más) a una mujer de las antípodas y que no te acabes conviertiendo en "el hombre que susurraba a los koalas". Solo tienes que poner en aplicar su elemental teoría glandular y decir (eso sí, ensaya el acento con la regenta, para que no haya lugar a confusiones): "Hola XXXX (es para que escojas tú el nombre) yo soy Javi y ,estoooo... hablando de todo un poco, me ha dicho una persona que de ésto sabe un rato, que las mujeres australianas teneis las tetas muy grandes , ¿es eso cierto?, ¿te importa si lo verifico?" , y si no funciona siempre le puedes echar la culpa al dichoso acento "que nó XXXX, no me has entendido bien , dije feet y no tit".

En fín, esperamos más capítulos apasionantes,(tu compi de lab se parte la caja con tus andanzas). Ánimo con los australopitecos.

salu 2

murphy dijo...

Lamento si alguien se ha semtido ofendido por el comentario con respecto a los eucaliptos. No era mi intención. De hecho yo ni siquiera los menospreciaría en Galicia, ellos no tienen las culpa de las políticas de reforesstación. Dedicaré próximemente unas líneas a hablaros de ellos y su variedad por aquí (porque se han dado tan tan tan bien que hasta han tenido radiación adaptativa ;)

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Juuuaaas!!! Javi metido en una peli porno!!! No es pago a dinero!!! Con esto no hay quien te libre de finalizar con ese nefasto record de bajo perfil chivador...esos oh my god!!! oh my god!!! eran un claro guiño del cual quería que te percatases ante la carencia de luz. Además tu siempre regresaras oliendo mejor del laboratorio que Denis de la granja.
El blog gana enteros por momentos!!

Saludos.

Charly

Renegade dijo...

Joer tío, vaya historias, y yo que creía que mis primeros días en Belfast fueron bizarros y surreralistas.
El acento australiano no es tan chungo como parece, ya verás como en una semana lo entiendes mejor y si no ya sabes "say it again, please", jajajaja
Supongo que te hayas dado cuenta, pero por si acaso soy JR, ese peazo de heavy sin pelo y vistiendo polos, jajajaja